miércoles, 5 de marzo de 2014

Detección del cáncer

Los médicos pueden tardar un tiempo en descubrir que un niño padece cáncer. Esto se debe a los síntomas del cáncer (pérdida de peso, fiebre, ganglios inflamados, estar muy cansado o enfermo durante un tiempo) se parecen a los de otras enfermedades. Cuando un niño presenta estos problemas, la causa suele ser menos grave, como una infección. Por medio de análisis, el médico podrá descubrir cuál es el problema.

Si el médico sospecha que se trata de cáncer, podrá pedirte análisis que lo ayudarán a determinar si ése es el problema. Los médicos pueden pedir radiografías y análisis de sangre, y recomendar que un paciente consulte a un oncólogo. Los oncólogos son médicos que atienden y tratan a pacientes con cáncer.

Seguramente, los oncólogos realizarán otros exámenes para detectar si una persona realmente padece cáncer. De ser así, los exámenes permiten determinar el tipo de cáncer

y si éste ha pasado a otras partes del cuerpo. Sobre la base de los resultados, el médico decidirá cuál es la mejor manera de tratarlo.

Una de las pruebas que un oncólogo (o un cirujano) puede realizar es una biopsia. Durante una biopsia, se toma un trozo de tejido de un tumor o del lugar del cuerpo en el que se cree que hay cáncer, como la médula ósea. No te preocupes, las personas que deben hacerse este examen reciben fármacos especiales que los mantienen cómodos durante la biopsia. Una vez que se toma la muestra, se la examina en un microscopio en busca de células cancerosas. Cuanto antes se detecte el cáncer y comience el tratamiento, mayores serán las probabilidades de cura y recuperación total.

No hay comentarios:

Publicar un comentario